top of page
  • Foto del escritorTu Psicoterapia

DECIR “NO” SIN SENTIR CULPA

Antes de aprender a decir “no”, conviene clarificar algunos conceptos relacionados con este derecho:


     👉  Tienes derecho a decir “no” ante peticiones que:

✔   Si las aceptas te van a hacer sentir incómodo/a personalmente (“Acompáñame a pedir información…”, “pregúntalo tú…”)

✔   Si las aceptas, te vas a sentir molesto/a acerca de posesiones personales (“Déjame el coche, el libro, el móvil…”)

✔   Si las aceptas, vas a pensar que están abusando de ti y/o de tus derechos personales (“Pásame esto a ordenador”, “quédate más horas a trabajar”, “ve tú a clase y luego me pasas los apuntes”, “paga tú”…)

✔   O, simplemente, no te apetece aceptar (“¿Vamos al cine?”, “¿quedamos para cenar?”) aunque no haya una razón concreta.


👉 Los demás tienen derecho a hacerte cualquier petición, por rara que te parezca (y eso no los convierte en unos canallas), pero tú tienes derecho a decir “no” sin sentirte culpable.


Si aceptas una proposición sin desearlo, estás violando tus derechos y renunciando a tus deseos. Si dices “no”, mantienes tus derechos sin violar los de los demás. No hay ninguna ley social o moral que te obligue a no poder decidir.

Sin embargo, es muy importante escuchar y entender bien la proposición o petición que se te está haciendo antes de responder de una forma u otra. Hay muchos casos en los que por cuestiones de supeditación o jerarquía (profesional, laboral, familiar) o por el tipo de relación (amigos, pareja) te “conviene” dejar en segundo plano tus deseos y no ejercer tu derecho a decir “no”. Sería como valorar en cada caso los pros y los contras de tu conducta (y esto es aplicable a todo lo que tenga que ver con la asertividad).


📋 Estrategias específicas:


-        En muchos casos, sobre todo si son peticiones de cierto calibre que conviene meditar, recuerda que puedes retrasar la respuesta (“prefiero pensarlo con calma”, “ahora no sabría que contestar”, “me pillas desprevenido”) y dedicar tiempo a decidir.


-        Es muy importante romper el hábito de dar excusas. Es muy ineficaz, si tu interlocutor es hábil, las puede desmontar con mucha facilidad:


🗨  “ Déjame el coche

🗨   Lo siento, no tiene gasolina

🗨   Tranquilo, yo le pongo”


         Y además no te permite aprender a decir “no” (y no es honesto para contigo mismo/a ni para con el otro)



-        Una buena forma es usar como primera palabra la expresión “no” seguida de la frase“prefiero no hacer…” “prefiero hacer…


🗨   “¿Quedamos para ir a cenar?

🗨   No, prefiero quedarme en casa, aunque te agradezco la invitación”


-        Si lo deseas, puedes justificar el “no”, dar razones, no excusas. La diferencia entre ambos conceptos es sencilla: justificar el “no”, es explicar utilizando argumentos reales el por qué “no”; poner excusas es usar argumentos falsos para apoyar el “no”.


-        También es muy importante que acotes los límites de la negativa ¿qué significa exactamente el “no”? Algunas veces, el “no” significa nunca (“prefiero no quedar contigo y creo que es buena idea que no me lo vuelvas a pedir”) y otras veces el “no” puede estar circunscrito a un tiempo o a una situación específica (“hoy no me apetece, pero podríamos quedar mañana”)


-        No uses expresiones cínicas, irónicas, corrosivas o agresivas. (“¿pero de qué vas?”, “¿cómo se te ocurre?”, “para nada”)


-        Si la persona que hace la petición te interesa, y la aprecias afectivamente, se puede “suavizar” la negativa con expresiones como:


🗨   “Me alegra mucho que hayas pensado en mí para esto, pero… no”

🗨   “Me siento muy alagado, pero… no”


-        Si encaja con el tipo de petición y deseas hacerlo, puedes ofrecer alternativas a la petición (“yo no, pero creo que…”)


34 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page